Pruebas de diagnóstico por imágenes
Radiografía de tórax
Esta radiografía se hace para determinar si el cáncer se ha propagado a los pulmones. Para esta prueba, debe pararse delante de un área rectangular que contiene una placa radiográfica. Podrían pedirle que coloque los brazos al costado o por arriba de la cabeza. Respirará hondo y mantendrá el aire durante unos segundos. Se hará una radiografía del frente y del costado.
Tomografía computarizada
En la tomografía computarizada, se toman muchas radiografías desde distintos ángulos. Una computadora combina las radiografías para crear imágenes detalladas del cuerpo. Permite que el proveedor sepa qué tamaño tiene el tumor y si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo.
Tomografía por emisión de positrones (TEP)
Se usa para buscar el cáncer en todo el cuerpo. Se coloca una sustancia de azúcar que contiene un material levemente radioactivo en la sangre por una vena del brazo o la mano. Las células cancerosas consumen el azúcar con más rapidez que las otras células, por lo que el material radioactivo se acumula en ellas. Luego, una máquina toma imágenes de todo el cuerpo. Los lugares donde se acumula la solución aparecen como "puntos calientes" en las imágenes. A menudo, la TEP se realiza conjuntamente con una tomografía computarizada. Permite comparar las zonas que aparecen en la TEP con las imágenes más detalladas de la tomografía computarizada. Ayuda a determinar si el cáncer se ha propagado desde la zona inicial.
Colonoscopia
En esta prueba, se usan medicamentos para que entre en un estado de sueño profundo. Luego, se inserta una sonda larga con una luz y una cámara en el extremo por el recto y el colon. La colonoscopia se usa para ver si el cáncer se ha propagado al colon o al recto o si el cáncer pudo haber surgido en el colon. Si hay cambios que tengan el aspecto de cáncer, pueden tomarse muestras pequeñas de tejido por la sonda para analizarlas.
Laparoscopia
Para esta prueba, estará profundamente dormida. Se hace un corte (incisión) pequeño en la piel del abdomen. Se inserta una sonda larga y delgada con luz por el corte. El tubo envía imágenes a la pantalla de una computadora. Esto permite que el proveedor de atención médica vea de cerca los ovarios y el interior del abdomen. De ser necesario, pueden insertarse instrumentos pequeños por la sonda o por otros cortes pequeños para tomar muestras de tejidos de partes que puedan ser cáncer. Esta prueba permite que el proveedor vea si el cáncer se ha propagado y cuánto.
Pruebas genéticas
Muchos expertos consideran que las pruebas y el asesoramiento genético deberían formar parte del tratamiento del cáncer de ovario. Se deberían hacer pruebas a todas las mujeres que tienen cáncer de ovario en el momento del diagnóstico o lo antes posible para determinar si hay ciertos tipos de alteraciones genéticas (mutaciones). Las pruebas genéticas se pueden hacer con sangre, saliva o trozos del tumor. Las pruebas ayudan a orientar las decisiones sobre su tratamiento.
Las siguientes son algunas pruebas genéticas posibles:
Análisis de BRCA1 y BRCA2
Las alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2 pueden indicar que determinados tratamientos podrían funcionar mejor para el cáncer epitelial de ovario. Las alteraciones genéticas de los genes BRCA podrían ser mutaciones hereditarias. Significa que están presentes en todas las células desde el nacimiento. También se las puede encontrar en las células de la sangre y de la saliva. Este tipo de alteración genética puede transmitirse de padres a hijos (ser hereditario). Si tiene una mutación genética hereditaria, se recomienda que sus familiares consanguíneos evalúen sus opciones para hacerse pruebas genéticas con un consejero genético certificado. (Todas las evaluaciones genéticas deben estar en manos de médicos capacitados que sepan sobre los síndromes de cáncer hereditario).
Si no tiene alteraciones en los genes BRCA1 y BRCA2, igual puede tener mutaciones que se desarrollen en estos genes más adelante en la vida (llamadas mutaciones somáticas). Estas alteraciones no son hereditarias, pero ocurren después del nacimiento y se encuentran solo en las células cancerosas.
Se analizan partes pequeñas del tumor para detectar las alteraciones (mutaciones). En ocasiones, no se analiza el tumor a menos que el cáncer regrese después del tratamiento (cáncer recurrente). Esta información puede orientar las decisiones de los próximos tratamientos.
Pruebas de reparación de los errores de emparejamiento del ADN
Las personas con cáncer de ovario de células claras, endometrioide o mucinoso deberían poder hacerse la prueba de reparación de errores de emparejamiento (dMMR, por su sigla en inglés) en el tumor. Para hacer esta prueba, se examinan las células tumorales en busca de algún problema en la reparación del ADN dañado. En circunstancias normales, cuando las células crecen y se dividen, una copia del ADN va a las células nuevas. Un sistema llamado reparación de los errores de emparejamiento del ADN busca errores que se producen cuando el ADN se divide y se copia. Luego los repara. Cuando este sistema no funciona, se producen errores. Con el tiempo, estos errores (o mutaciones) se pueden acumular y causar cáncer. Los resultados de esta prueba permiten orientar el tratamiento si el cáncer de ovario regresa.